El teletrabajo se ha convertido en una realidad indiscutible especialmente durante el último año. Pensemos o no que ha llegado para quedarse, está claro que algunos de los espacios de nuestro hogar se han vuelto de lo más polivalentes y se han ido adaptando a nuestras necesidades durante los últimos meses.
A pesar de que el teletrabajo nos ha impulsado a crear nuevos hábitos, es importante mantener una rutina que nos ayude a organizar nuestra jornada. Es aconsejable, por ejemplo, levantarse cada día a la misma hora para empezar esta rutina y vestirnos como si fuéramos a la oficina, ya que el hecho de quitarnos el pijama nos ayuda a cambiar el chip y poner el foco en el trabajo.
También es importante seguir el horario habitual de la empresa para poder estar conectados a la vez con nuestros compañeros de equipo, facilitando así la comunicación y optimizando el tiempo de trabajo. Establecer los tiempos en los que vamos a estar trabajando es vital para poder aprovechar al máximo esas horas, ¡trabajar desde casa no tiene que significar trabajar más horas!. Relacionado con este punto, es necesario tener en mente que debemos realizar descansos periódicos que nos ayuden a desconectar brevemente para volver a retomar el trabajo y ser más productivos.
Para la zona de trabajo… ¿qué hay que tener en cuenta?
1. En primerísimo lugar, hay que decidir en qué estancia de la casa vamos a crear nuestra oficina. Si no disponemos de una habitación que podamos destinar únicamente como despacho, y por lo tanto debe compartir espacio con otra estancia, es aconsejable crear una separación para que ambas zonas queden diferenciadas. No olvidemos ventilar el espacio a diario para trabajar en un entorno saludable.
2. Iluminación. A ser posible, lo ideal es contar con un espacio con luz natural. Está comprobado que la luz natural y sus diferentes cambios a lo largo del día tienen efectos positivos en nuestro rendimiento De no poder ser así, se aconseja una iluminación similar a la luz del sol. Esto se puede conseguir con flexos con brazo y pantallas regulables y bombillas LED que permitan regular la intensidad y color de la luz.
El teletrabajo se ha convertido en una realidad indiscutible especialmente durante el último año. Pensemos o no que ha llegado para quedarse, está claro que algunos de los espacios de nuestro hogar se han vuelto de lo más polivalentes y se han ido adaptando a nuestras necesidades durante los últimos meses.
A pesar de que el teletrabajo nos ha impulsado a crear nuevos hábitos, es importante mantener una rutina que nos ayude a organizar nuestra jornada. Es aconsejable, por ejemplo, levantarse cada día a la misma hora para empezar esta rutina y vestirnos como si fuéramos a la oficina, ya que el hecho de quitarnos el pijama nos ayuda a cambiar el chip y poner el foco en el trabajo.
También es importante seguir el horario habitual de la empresa para poder estar conectados a la vez con nuestros compañeros de equipo, facilitando así la comunicación y optimizando el tiempo de trabajo. Establecer los tiempos en los que vamos a estar trabajando es vital para poder aprovechar al máximo esas horas, ¡trabajar desde casa no tiene que significar trabajar más horas!. Relacionado con este punto, es necesario tener en mente que debemos realizar descansos periódicos que nos ayuden a desconectar brevemente para volver a retomar el trabajo y ser más productivos.
Para la zona de trabajo… ¿qué hay que tener en cuenta?
1. En primerísimo lugar, hay que decidir en qué estancia de la casa vamos a crear nuestra oficina. Si no disponemos de una habitación que podamos destinar únicamente como despacho, y por lo tanto debe compartir espacio con otra estancia, es aconsejable crear una separación para que ambas zonas queden diferenciadas. No olvidemos ventilar el espacio a diario para trabajar en un entorno saludable.
2. Iluminación. A ser posible, lo ideal es contar con un espacio con luz natural. Está comprobado que la luz natural y sus diferentes cambios a lo largo del día tienen efectos positivos en nuestro rendimiento De no poder ser así, se aconseja una iluminación similar a la luz del sol. Esto se puede conseguir con flexos con brazo y pantallas regulables y bombillas LED que permitan regular la intensidad y color de la luz.